Práctica Mindfullnes: Un rayo de sol

 Aquí os dejo al audio y el texto de la práctica que hicimos el otro día con el rayo de sol. Animaos a leedlo en casa ;) 

UN RAYO DE SOL

Vamos a prepararnos para hacer un pequeño viaje con nuestra imaginación. Para ello vamos a tumbarnos cómodamente boca arriba, con las piernas un poquito abiertas y los brazos relajados, quizás puedas colocar las palmas de tus manos hacia arriba y cerrar los ojos para poder imaginar y visualizar mejor. Y cuando estés cómodo en tu postura, comienza a respirar profundamente, inhalando y exhalando por la nariz... inflando tu estómago lentamente y desinflándolo como un globo...

Hoy vamos a viajar a un pequeño pueblo en las montañas. Un pueblo nevado, un pueblo completamente blanco, donde los tejados de las casas y las calles están cubiertas de nieve. Donde los árboles, grandes y altos, sujetan como pueden sus ramas blancas que se doblan por el peso de la nieve caída durante la noche. Es temprano y hace mucho, mucho frío. Camino solo por la calle, muy bien abrigado y respirando el aire helado. Al inhalar noto cómo el aire pasa por mi nariz, llega a la garganta y baja por mi pecho. Lo noto frío y limpio, y luego exhalo soltando un aire cálido por la nariz. Un aire que parece humo sale de mi nariz. Vuelvo a respirar ese aire frío y helado, y suelto humo blanco por ambos orificios de la nariz... sonrío tranquilo mientras respiro y camino hacia un pequeño parque a la salida del pueblo.

No hay nadie aún, es temprano, siento la nieve bajo mis pies, blanda y suave. Decido tumbarme en el suelo bocarriba, con mis brazos y mis piernas un poquito abiertas. Me hundo en la nieve blandita y miro al cielo gris, miro las nubes que pasan lentamente tapando el sol.

De repente observo sorprendido cómo una de esas nubes grandes y abultadas comienza a retirarse, y detrás de ella un pequeño rayo de sol intenta salir, intenta asomarse empujando con fuerza y lanzando su luz directamente a mis ojos. Los cierro un poco deslumbrado y entonces noto un suave calorcito en mis párpados, en mis pestañas, en mi frente... es muy agradable. Sigo con los ojos cerrados sintiendo como ese rayo de sol va calentando mi nariz helada mientras respiro, mis mofletes, mis labios y mi barbilla. Ese calorcito que me da el rayo de sol ahora baja hacia mi cuello y mi pecho. Noto el calor alrededor de mi corazón y en mis pulmones que ahora respiran un aire más templado, más caliente. El sol ahora alumbra y da calor a mis brazos, a mis manos, que están apoyadas sobre la nieve. Noto además cómo la nieve alrededor de mis manos está más blandita, se derrite por el calor del sol y cómo mis dedos calientes están húmedos en contacto con la nieve.

El rayo de sol sigue alumbrando y calentando mi cuerpo, avanza ahora hacia mis caderas y mis nalgas que están en contacto con la fría nieve. Es agradable notar el calor avanzar hacia mis muslos, mis rodillas, mis piernas. Mis pies helados dentro del calcetín y las botas... ahora los siento templados. Muevo mis dedos de los pies al notar esa ola de calor en ellos.

Mi frío ha desaparecido, ¿me siento a gusto?, ¿me siento tranquilo?, ¿estoy relajado?.

Tumbado sobre la nieve bajo el sol, respirando profundamente y disfrutando del calorcito que me da ese rayo de sol que recorre mi cuerpo de la cabeza a los pies y de los pies a la cabeza. Disfruto unos minutos más notando cómo, desde los pies, el calor sube de nuevo hacia las rodillas, los muslos, el estómago, el pecho y mi corazón. Cómo recorre mis brazos, mi cuello y calienta suavemente mi rostro. Y cómo de nuevo desciende de nuevo por la garganta hacia el pecho, los brazos y las piernas para calentar de nuevo mis pies.

Y así hasta que la nube decide esconderlo de nuevo. Y el frío de la nieve me hace mover mis manos, mis brazos, mis piernas. Respirar profundamente y abrir los ojos.